La Comunicación tan
simple a criterio de muchos opinólogos
fue el escenario fortuito de una semana convulsionada por la opinión pública,
por sensores periodísticos, pseudos politólogos, faranduleros y afines, gente
común, doña Rosa, etc. La sospecha de corrupción en sectores allegados al poder de turno, generó aun mas divisiones
entre la ya fragmentada Argentina: los que defienden a ultranza al Gobierno
K y los que están en la vereda del
frente…Nadie tan dividido en los últimos tiempos como el pueblo Argentino, que
aprendió a los ponchazos que la única manera de sobrevivir es tomar partido.
Que si se cree a Fariña, que no le creo…Que si se cree a Lanata o
no le creo. Que si leo tal diario soy k, o si consumo otros soy gorila… Que si
me dejo manipular con información basura…Que si me quejo soy golpista… sino me
quejo soy corrupta. Y en el MEDIO los MEDIOS. Condescendientes, críticos, militantes,
hegemónicos, estrategas para desgaste de un Gobierno, etc.
EL PROPÓSITO DE LA COMUNICACIÓN está basado es la persuasión. El
propósito persuasivo es arcaico y hasta los animales lo llevan a cabo. Hoy en
día se la estudia como una idea positiva en la mente de los consumidores al
momento de vender. Sus resultados sirven a especialistas para mejorar sus
técnicas de ventas. Un medio además de informar , comunica, persuade y vende.
Puede persuadir para incorporar las ventas, para generar más opinión, o para
que simplemente lo lean. Además de proporcionar datos elige entre todos los mensajes aquel que
resultará más efectivo para ello. Y no está mal que así ocurra. Pero si debería
llamar la atención cuando el propósito de la fuente está dado en incorporar
algo mas al mensaje que un propósito consumatorio, cuando el propósito se transforma en instrumental y tiene otras aristas. Desde hace un tiempo, además de informar, la
comunicación ha ganado campos cada vez más amplios. Donde ya no lo manejan
periodistas rasos…Sino señores empresarios, señores políticos , señores que
en muchos casos ni siquiera son periodistas…Señores que vieron en la
comunicación un gran eje de negocios. A quienes les favorece enormemente la
pauta oficial, y señores políticos que vieron en ella la manera más fácil y
conveniente de alinearse y contentarse en las noticias.
Una necesidad de ambos lados…
De manera tal que la persuasión en muchos casos se ha transformado
en manipulación. Y la información en propaganda.
No pecar de
ingenuos es reconocer y valorar la
fuente informativa: “Quien dice que?”, “ A quien?“Con qué objeto”?
Clarín fue el epicentro de la difamación en
los últimos tiempos asociado a la credibilidad periodística. Hay muchos medios
como Clarín, que a favor y en contra (de acuerdo a lo que le conviene, relata
la noticia).La noticia puede estar comunicada desde la persuasión o la
manipulación. El ocultamiento de datos, hechos e información , también se
relaciona con la manipulación. Persuadir no es igual a manipular. La persuasión
es el procedimiento por el cual se trata de convencer a una persona para que
haga o crea algo. La manipulación es operar, manejar o influenciar a alguien
con gran habilidad para sacar algún beneficio o ventaja.
Cuando la persuasión deja lugar a la
manipulación la labor periodística pierde su esencia. El propósito informativo
pierde su eje y en lugar de comunicadores salen a la luz los mercenarios. Que
no nacieron en este tiempo político(aunque proliferaron)…mutaron…pasaron de ser
vendedores de publicidad ,a vendedores de ideas. Muchas veces transportadores
de realidades pero también de ideas para la sociedad, de información ambivalente,
de noticias creadas…Donde la objetividad dejo lugar a la conveniencia. Reconocer
quien es la fuente, que propósito tiene al comunicarnos, contribuirá a
seleccionar lo que se lee, lo que escucha, lo que se ve. Y si se ve todo…interpretar…porque
.Al conocer la fuente informativa, su propósito; el receptor deja de ser pasivo,
interpreta y decodifica…dejándose persuadir tal vez, pero nunca manipular.
"El lenguaje no es inocente, y no sólo eso, es que
además nos condiciona. A través de las palabras, de la manera de expresarnos,
del modo que empleamos al comunicarnos, somos capaces de moldear la realidad;
pero no sólo la moldeamos, también la creamos. Así pues, se puede decir que con
el lenguaje creamos la realidad que vivimos. Y eso es peligroso. Lo es porque
podemos crear las realidades que más nos favorezcan"